La vara de hierba en Asturias

En realidad, en Asturias se diría así: «una vara yerba», sin preposición ni nada, y fuera la «H».

¡Ya está armada! Y es que no sé el por qué, pero me encantan; cuando mi vecino me sugirió la idea de hacer una moreña de hierba y taparla con un plástico, le dije: bueno, si no hay más remedio…, pero en una zona de la finca donde no se vea mucho, vale?
Pero él, que me conoce un poco, añadió: a ti seguro que te gustaba más una vara…
_Hombre, pues sí, Ángel; me gustan mucho, me parece que embellecen el paisaje rural, resultan de lo más típicas en Asturias, y ya sabes que todo eso me atrae mucho.

El hombre, que es súper amable, por darme por el gusto, cavó como está mandado en la finca que está bastante dura para clavar el poste, «la vara», en torno a la cual se va colocando el heno o «yerba seca» como se dice en mi pueblo.

En asturiano el vocabulario es muy rico y variado, dependiendo de la zona, las cosas se llaman de una manera u otra (alguna otra vez en anteriores post ya lo mencioné). Con este asunto de la hierba no iba a ser menos, en mi zona (centro occidente de Asturias), a este montón grande de hierba que se coloca al rededor de un mástil para su mejor conservación en seco, se le denomina «»vara» o «balagar». En otras zonas puedes oír que la llaman «facina»(como la «hacina» en castellano), «palleiro» o «meda».

Cada vez se ven menos, por eso de la mecanización de las labores del campo; ahora se mete un tractor en el «prao», se siega, se le da vuelta para que se seque y hasta se «empaca» sin tocar la hierba con las manos.

haciendo-una-vara-de-yerba-asturias-casa-rural-la-casa-del-campo-cudilleroPero mi vecino se la curró a mano, segó a pie con la segadora de peine de toda la vida, le dio vuelta varias veces con la pala de dientes en el suelo durante unos días seguidos en los que se fue secando al sol. Porque húmeda puede llegar a pudrir o con la combustión de los ácidos llegar a alcanzar tal temperatura que podría arder. Y con ayuda de sus familiares (mujer, hija y nietos pequeños, que trabajaban y disfrutaban como nunca) fueron haciendo esta maravilla. Colocaron de base unos palés, para aislar la hierba del suelo y luego fueron poniendo poco a poco y alrededor pequeños montones de hierba, hasta coger una altura considerable, y dándole forma de pera. Estoy encantada cada vez que entro hacia mi casa y veo la vara, bien plantada, adornando la finca.

Me gusta que no se pierdan las tradiciones, cuando éstas son buenas y hermosas. Porque ésta es una de las mejores maneras de conservar la hierba largo tiempo, cuando ya no tienes sitio en el pajar, a cubierto.

¡Gracias, Ángel, por el detalle!

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